lunes, 5 de diciembre de 2011

Estadísticas de Planes de Pensiones a 10 años

Un magnifico estudio de Manolok en los foros de Rankia.

Aprovechando que las estadísticas de Morningstar están también para Planes de Pensiones http://tools.morningstar.es/0sgtldtyat/fundquickrank/default.aspx
De los 489 planes de pensiones con al menos 10 años de antigüedad sólo 6 superan una rentabilidad media anual del 3% (en enero y entonces eran 10 de 411, como era de esperar la cosa ha empeorado este año).
En cambio 196 planes (el 40% del total) están en negativo en 10 años. Y otros 24 han dado entre el 2% y el 3%
De estos 6 que superan el 3: 4 han sacado entre el 3% y el 4% y solo dos han superado el 5.75%, curiosamente no hay ninguno con más del 4% y menos del 5.75% (en enero había 3 entre el 4 y el 5%, se ha notado el mal año).
Los dos que han superado el 5% (y el 5.75 también): el mejor Bestinver Ahorro (supera el +9.1%) seguido por Caixa Bolsas Emergentes con una media del +5.8%.
Pero ambos han tenido un comportamiento próximo al 0% en los últimos 5 años, algo mejor el de Bestinver con un +0.2% que el de La Caixa con un -0.85%.
Peor les ha ido a los siguientes clasificados a 10 años: Planfiatc 5 Individual y el Ibercaja Nuevas Oportunidades aunque rozan el 4% a 10 años llevan en 5 años un -2.2% y -5.6% respectivamente.
Completando los únicos que superan el 3.5 a 10 años: Fonditel Red Básica 3.58 a 10 años, pero -0.2 a 5. Y entre el 3 y 3.5 ING Naranja Renta Fija Europea.
Centrándonos en "estabilidad" (resultados a 5 vs 10 años) ni un sólo PP ha superado el 3% tanto a 5 como a 10 años simultáneamente, eso sí alguno está cerca: Barclays Pensión Empleados +3.5 en 5 años y +2.9% en 10 años. Y han sido relativamente estables el ya mencionado ING Naranja Renta Fija Europea (2.25 a 5, 3.2 a 10) y BBVA Multiplan (1.8 a 5, 2.9 a 10).
Resumen:
>= 5%: 2
>=4% y <5%:0
>=3% y <4%:4
>=2% y <3%:24
>=0 y <2%:263
<0%:196
Sólo el 0.4% de los PP han superado el 4% a 10 años, mientras que el 40.1% ha perdido dinero y el 53.8% ha ganado menos del 2% (con lo que con la inflación también han perdido).

jueves, 24 de noviembre de 2011


Si está preocupado por la escasa rentabilidad de su Plan de Pensiones Si está descontento por la poca información que recibe trimestralmente de él Si no quiere conformarse con tener sólo un Plan de Pensiones

No se la juegue a una sola carta

PBI Gestión presenta su MULTIPLAN DE PENSIONES y ofrece:
- SELECCIÓN de los mejores Planes de Pensiones y PPA´s a la medida de cada cliente.

- DIVERSIFICACIÓN que permite estar más protegido ante las incertidumbres de los mercados.

- GESTIÓN ACTIVA que permite modificar la estrategia de inversión según varíen la edad y circunstancias del mercado.


Proponemos dos Estrategias con los mejores Planes de Pensiones del mercado:
 
 
Una estrategia conservadora y otra arriesgada, que se irán gestionando, según el momento económico y combinando según nos acerquemos a la jubilación. Se trata de una inversión a largo plazo, donde se hace más necesaria una correcta selección de productos y un buen asesoramiento.

Además, al no ser fiscalmente atractiva la disposición única, en forma de capital, a la jubilación, es necesario seguir gestionando nuestro Plan de Pensiones.

Le recordamos que los Planes de Pensiones y PPA´s, son traspasables sin ningún coste ni penalización fiscal. PBI Gestión se ocuparía de toda la tramitación.

Tampoco hay que olvidar los beneficios fiscales que conlleva este producto ya que, todo el dinero aportado, disfruta de ventajas en el IRPF.

Por todo ello, le ofrecemos la gestión de una cartera de Planes de Pensiones, que se puede incorporar a su cartera con unas condiciones muy ventajosas.

Elija la mejor gestión y empiece a preparar hoy la mejor solución para su jubilación.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Necesitamos una mayor implicación del BCE

"Solamente una mayor implicación del BCE puede resolver la crisis"-pdf que os adjunto con trabajo de Paul de Grauwe profesor en la Universidad de Lovaina. Parece, por otra parte, que Mario Draghi, nuevo presidente del BCE, lo ha entendido- enlace a página web- y esto anima los mercados a esta hora 14:30. ! Esperemos que dure¡
Vamos a cruzar los dedos, queda muchísimo por delante.
Fernando Gonzalez Cantero

viernes, 21 de octubre de 2011

En serio ¿los clientes confían en su banco para invertir sus ahorros...?

Lo admito, me he quedado de piedra. Tanto tiempo escribiendo sobre las técnicas comerciales agresivas de la banca, de los errores en la concepción y remuneración del director de sucursal, y me entero de esta noticia:  ¿El banco es tu amigo? 8 de cada 10 ahorradores creen que si, y confían en él para invertir.
 Si señoras y señores, todos estos años he criticado en balde a las entidades financieras. Sus clientes las quieren. No me importa admitir mis errores, seguramente trabajar en un comparador de bancos, en el que analizo y critico determinadas ofertas de las entidades financieras, nubla mi capacidad de captar las bondades de su asesoramiento. Yo siempre he repetido el siguiente mantra:

Los directores de sucursal cobran por vender, no por asesorar.

Y ahora resulta que los clientes bancarios, nada menos que 8 de cada 10, confían sus ahorros a su director amigo. Una información tan contradictoria con la idea que yo tengo ha de ser contrastada. Por esta razón he visitado el Observatorio Inverco, para contrastar estos datos, aportados en su II Barómetro del Ahorro.

Un primer punto que me parece destacable es que afirma que los ahorradores se han vuelto prudentes en sus preferencias de inversión (un 55% de los consultados se identifica con un perfil conservador y un 40% moderado). Esto me cuadra, hay miedo a perder los ahorros debido a la crisis y se buscan productos financieros lo más seguros posibles.

En línea con esta tendencia, los depósitos son los productos con mayor presencia en las carteras de los ahorradores, un 56%, según el estudio. Confieso que sin tener el estudio completo delante, no soy capaz de afirmar si este porcentaje se refiere a que el 56% de los ahorradores tienen la mayor parte de sus ahorros en plazos fijos o qué. Espero que alguno de los comentaristas expertos sepan traer luz a esta oscuridad analítica.

De momento las conclusiones me parece lógicas. Sigo con mi lectura para descifrar el misterio del banco amigo de los ahorradores. Y literalmente nos dicen:
 Actualmente 8 de cada 10 ahorradores se informa a través de las oficinas bancarias, mientras que 5 de cada 10 lo hace a través de webs financieras. Los foros y las redes sociales ganan terreno como fuente de información y aproximadamente 4 de cada 10 ahorradores se informa a través de estas plataformas online.
Vaya, informarse y confiar son dos conceptos un poco distintos, ¿verdad?
Cuando un cliente decide contratar un producto financiero, primero usa medios como los buscadores (Google, básicamente) o comparadores. Una vez ha detectado el producto que puede serle interesante, profundiza en sus características y opiniones en blogs especializados, foros o redes sociales financieras. Sin duda el cliente acaba informándose en una sucursal, ya que de momento para hacer algo tan simple como abrir una cuenta, casi siempre hay que pasar a firmar por una oficina.

Al comportamiento de informarse online y contratar en la sucursal o en otro canal físico se le conoce como efecto ROPO (Research Online Purchase Offline). Para productos sencillos, como abrir una cuenta o contratar un depósito, cada vez más se acudirá al medio online, reservando una combinación de información online y offline para productos más complejos, como fondos de inversión o planes de pensiones.

En las sucursales ha primado la labor comercial al asesoramiento, y hay numerosos estudios, como el TS España, que detectan un aumento importante de la desconfianza del cliente hacia la información que le suministra su director de toda la vida. Para TNS, por ejemplo, sólo 4 de cada 10 clientes recomendarían su propia entidad financiera. Ya no hablemos de ir a asesorarse en una sucursal de otra entidad.

Los clientes no confían en su entidad bancaria, en una proporción muy importante. Los consejos independientes son mucho más valiosos para tomar decisiones financieras. Y las noticias hay que analizarlas con lupa y buscar la información en la fuente.

Pau A. Monserrat

lunes, 17 de octubre de 2011

Rafael Hurtado: Las diez reglas de oro de la multigestión

El pasado 6 de octubre impartí una conferencia denominada “las diez reglas de oro de la multigestión2 en un evento organizado por Citywire. En los treinta y cinco minutos de exposición traté de resumir, lo que a mi juicio son las principales normas en la selección de fondos.

Las diez reglas de oro que comenté en dicha conferencia fueron las siguientes:

1. Seleccionar fondos es una mezcla entre ciencia y arte. Los aspectos cualitativos son igual de importantes que los cuantitativos.

2. Es esencial no confundir alfa con beta. También es fundamental conocer los “sesgos” de los fondos.

3. El entendimiento del valor añadido de un gestor o gestora es lo que realmente determina la bondad de un fondo.

4. El análisis de la repetibilidad en los resultados es un pilar básico en el análisis y selección de fondos.

5. La selección de fondos mediante rendimientos pasados suele producir unos rendimientos, en el mejor de los casos, mediocres.

6. Es necesario no dejar de lado la parte humana de la gestión.

7. El conocimiento de los riesgos alternativos no sólo es importante, sino que es imprescindible.

8. En selección de fondos, la transparencia no tiene valor por si misma.

9. Es necesario conocer el “behavioural finance” del selector de fondos, para de esta forma minimizar errores.

10. Es más sencillo identificar los “malos” fondos que los “buenos”. En algunas categorías las altas comisiones suelen ser sinónimo de menor alfa.

Muchas de estas reglas de oro han sido comentadas por mí en artículos anteriores. Algunas son lógicas e intuitivas, otras más discutibles. En cualquier caso confío en que su lectura servirá de reflexión a los selectores.

viernes, 14 de octubre de 2011

La CNMV avisa de 21 'chiringuitos' de Francia, Reino Unido, Malta, Noruega y Suecia

MADRID, 13 (EUROPA PRESS)

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha alertado sobre la actividad de 21 firmas de inversión sin licencia para operar tras recibir las advertencias de los supervisores de los mercados de Francia, Reino Unido, Malta, Noruega y Suecia, según informa el organismo supervisor en un comunicado.

El supervisor galo informa de que FOREX no es una entidad autorizada para prestar servicios de inversión. Por su parte, la FSA de Reino Unido advierte DE que Capital Edge Group (www.capitaledgegroup.net) APITAL, Central and Eastern European Markets Asset Management (www.ceemam.com), Edenstone Consulting (www.edenstoneconsulting.com), Fund Advisers Europe(www.faeurope.com), y Moore Capital Group (www.moorecapmanagement.co.cc) no están habilitadas para ofrecer al público servicios de inversión.

La MFSA de Malta comunica que Apps Finance Malta Group (www.appsfinm.com), United Europe Business Group (UEBG) (www.uebg.net) y Yellowdale no figuran en sus registros de empresas de servicios de inversión.

La FSAN de Noruega informa de que 1Global Venture Group (www.1gvg.com), Credi Corp Securities (www.credicorpsecurities.com), Kaimon Global (www.kaimonglobal.com), Lakepointe Capital Advisor(www.lakepointeglobal.com), Minsheng Corporation (www.minsheng-corp.com) y Powerhouse Corporate Finance (www.powerhousecorpfinance.com) no cuenta con autorización para ofrecer servicios de inversión.

Por su parte, el supervisor de los mercados de Suecia advierte de que Global Capital Markets Worldwide (GCM) (www.gcmworldwide.com), Haynes-Hamilton Ventures (www.haynes-hamilton.com), Jinghua International Group (www.jinghuaintgroup.com ) y Tribune Assets Management (www.tribune-assets.com) no figura en sus registros de ESI.

lunes, 3 de octubre de 2011

Algunas reglas básicas sobre la seguridad financiera

Reconoce la diferencia entre inversión y especulación.
Aléjate de los vendedores de riqueza.
No esperes que alguien pueda hacerte rico.
Invierte sólo el dinero que posees.
Toma tus propias decisiones.
Haz sólo aquello que entiendas.
Diversifica el Riesgo.
Invierte sólo con el dinero que puedas permitirte perder.
Siempre que dudes, elige la opción segura.

viernes, 30 de septiembre de 2011

¿Quién ha ganado realmente con la marcha a tras de Loterías?

El Estado ha reculado en su decisión de sacar a Bolsa Loterías. Muchos ven en la oposición al único interesado en dar marcha atrás para no malvenderla. Incluso hay quienes, por la nueva realidad de los mercados, piensan que la valoración habría bajado bastante de las expectativas del mercado. Ambas corrientes tienen razón. Es cierto que los mercados están bajando y que muchas empresas están frenando, o ralentizando, sus pasos para salir a cotizar. Y que la valoración podía ser más baja, y Loterías malvendida, pero ¿alguien duda de la capacidad de las redes comerciales de nuestros principales bancos para colocar prácticamente cualquier producto financiero?

No nos engañemos. Los grandes beneficiarios de la marcha atrás son los principales bancos españoles, con Santander y BBVA a la cabeza.
Santander y BBVA, los dos bancos españoles más implicados en la operación, puesto que se habían comprometido a sacar un porcentaje a Bolsa, siempre han visto a Loterías como un rival directo a la hora de captar el capital de los inversores. Al final, estos bancos, solo han ofrecido Loterías a los clientes que no iban nunca a contratar los propios productos del banco: depósitos, pagarés, obligaciones, etc. Y con poco entusiasmo.

La realidad es la que manda, y las entidades financieras necesitan mucho capital para reforzar sus todavía resentidos balances y Loterías era una gran competencia, tanto por su estabilidad y futuro como empresa, como por su política de pago de dividendos anual, colocándola entre las principales del Ibex por dividendo.

Para el pequeño inversor, quizás otra oportunidad perdida por la excesiva bancarización del sistema financiero español.

miércoles, 8 de junio de 2011

Del petróleo al oro: ¿Son los especuladores los culpables del exceso de volatilidad?

Las alegaciones de que habría habido una manipulación de los precios del petróleo en 2008 refuerzan los rumores de que los especuladores serían los responsables de la escalada de los precios del petróleo, provocando aumentos terribles y una volatilidad preocupante. En una demanda judicial presentada el 24 de mayo, la Comisión Reguladora de Operaciones a Futuro con Commodities (CFTC, en la sigla en inglés) acusa a dos traders de una empresa suiza de comprar grandes cantidades de barriles de petróleo y de venderlos posteriormente en una operación por la que obtuvieron más de US$ 50 millones en contratos de derivados. Las alegaciones surgieron tres semanas después de que el presidente Barack Obama constituyera una comisión para investigar fraudes y manipulación en los precios del petróleo, y un día después de que un equipo del Partido Demócrata, vinculado a una comisión de supervisión de la Cámara, informara de que "la especulación excesiva podría estar inflando los precios en hasta un 30%".
Culpar a los especuladores es un pasatiempo muy de moda hoy en día; sin embargo, especialistas de Wharton y de otras instituciones, dicen que no siempre carga con la culpa quien debiera. Aunque la especulación pueda incidir en los precios, buena parte de las oscilaciones recientes de los precios del petróleo y de otras materias primas han tenido lugar por razones fundamentalmente económicas. La especulación, una función normal de los mercados, no es lo mismo que la manipulación de precios, lo que es ilegal. Intentar controlar la especulación puede ser un arma de doble filo, dicen. Los especuladores tienen un papel importante en la salud de los mercados, porque corren riesgos y mantienen la fluidez de los precios. Aunque ellos puedan, a veces, empujar los precios a corto plazo hacia arriba o hacia abajo, con la misma frecuencia hacen que los precios flotantes vuelvan a su nivel.
Según Krista Schwarz, profesora de Finanzas de Wharton, la mayor parte de las fluctuaciones observadas en los últimos años se deben a la oferta y a la demanda, y no a la especulación excesiva. "No conozco los detalles de ese caso específico en el que está involucrado la CFTC, pero es bueno acordarse de que US$ 50 millones es un gota en el océano en comparación con el tamaño del mercado mundial de petróleo", dice Schwarz, que publicará en breve un estudio en el Journal of Future Markets titulado ¿Están informados los especuladores? Aunque los especuladores puedan tener alguna influencia sobre los precios, los acontecimientos mundiales tienen un papel mucho más decisivo en todo eso, dice Schwarz. "Los precios del petróleo son altos hoy en día debido al riesgo inminente de un gran conflicto en Oriente Medio. La solución de la crisis de Egipto, la dificultad en Libia y la ausencia de problemas en Arabia Saudí han hecho que ese tipo de preocupación disminuya de momento. Además, la economía global parece más frágil, lo que lleva a la disminución de la demanda de petróleo. Eso, probablemente, haya hecho que los precios del petróleo cayeran, todo a causa de la oferta y de la demanda, y no debido a algún efecto especial provocado por la especulación".
A grueso modo, un especulador intenta lucrarse con un activo anticipando de qué manera va a cambiar su precio, ya sea comprándolo con la expectativa de que el precio suba, ya sea vendiéndolo a descubierto anticipando una caída de precios. Los especuladores dan prioridad siempre al corto plazo en detrimento del largo, y suelen estar dispuestos a correr riesgos mayores que los inversores tradicionales, que suelen comprar y esperar. Algunos tal vez pidan préstamos para aumentar la escala de sus apuestas.
"La especulación se ha medio convertido en un término peyorativo para referirse a los inversores que se comportan de manera imprudente", dice Bernard Baumohl, economista jefe del segmento global de Economic Outlook Group de Princeton, New Jersey, y autor de "Los secretos de los indicadores económicos: pistas ocultas de futuras tendencias económicas y oportunidades de inversiones" [The Secrets of Economic Indicators: Hidden Clues to Future Economic Trends and Investment Opportunities]. "Me parece terrible, porque los especuladores ayudan al mercado". El especulador tal vez no esté muy interesado en el valor real de un activo, y sí en las emociones y ansiedades que impulsan el mercado, añade Baumohl. "Creo que los especuladores pasan más tiempo intentando entender la psicología de corto plazo que afecta una transacción que el valor subyacente al posible desempeño de un negocio cualquiera". El ejemplo más evidente de eso fue la burbuja puntocom de los años 90, cuando los inversores pusieron dinero en empresas emergentes de Internet que nunca ganaron ni un céntimo. "Realmente no tenía base alguna", dice Baumohl. "Las personas se limitaban a rezar para que su idea saliera bien".
Culpar a los especuladores del aumento de los precios de las materias primas no es una novedad, dice Craig Pirrong, profesor de Finanzas y de Mercados de energía de la Escuela de Negocios Bauer de la Universidad de Houston. "Ese tipo de argumento siempre ha existido. Cada vez que los precios de las materias primas suben, lo normal es culpar a los especuladores". Pirrong coincide con Schwarz y añade que los precios del petróleo se basan más en datos concretos que en especulación. Él también atribuye las fluctuaciones de los precios de los metales preciosos, como el oro y la plata, a las preocupaciones genuinas acerca de las políticas monetarias, y no a los intentos de los especuladores de controlar el mercado.
Especulación que no salió bien
La especulación es diferente de la manipulación, dice Pirrong, autor de "La economía, la ley y la política pública de la manipulación del poder en el mercado" [The Economics, Law, and Public Policy of Market Power Manipulation]. En el pasado ha habido intentos de controlar el mercado, un fenómeno al que Pirrong llama "especulación mala". En un caso muy conocido, por ejemplo, los hermanos Hunt, en 1980, intentaron controlar el mercado de plata comprando un volumen tan grande del metal que el precio llegó a US$ 49,95 la onza. Los órganos reguladores del Gobierno acabaron interviniendo y los hermanos Hunt fueron condenados bajo la acusación de haber manipulado el mercado.
Al buscar señales de manipulación, o de "especulación mala", Pirrong presta más atención a las cantidades que a los precios. Si los especuladores estuvieran manipulando los precios, las cantidades van a mostrarlo. En el caso del petróleo, sin embargo, los precios subieron después de que los stocks cayeran; más tarde, cayeron después de que los stocks aumentaran. "Si los especuladores estuvieran controlando el mercado, los precios y los stocks estarían moviéndose en la misma dirección", dice él. Las últimas burbujas especulativas mostraron eso: el boom de las empresas de tecnología llevó a una explosión de acciones de empresas de Internet a medida que los precios subían. Durante la burbuja inmobiliaria, los precios subieron a pesar del exceso de construcciones en mercados muy calientes como Phoenix y Florida. 
La Ley Dodd-Frank, aprobada en reacción a la crisis financiera y a la burbuja inmobiliaria que la precedió, dispone de cláusulas para combatir la especulación excesiva. Pirrong, sin embargo, duda de que la regulación de las actividades de los especuladores funcione. "En general, veo con mucho escepticismo la posibilidad de una política constructiva que consiga separar la especulación mala de la buena", dice él. "La mejor forma de lidiar con la manipulación es la adoptada por la CFTC en ese caso: penalizar a los manipuladores después de que tenga lugar el hecho, en vez de aplicar restricciones indiscriminadas a las acciones de los actores del mercado, ya que prácticamente ninguno de ellos está manipulando nada y ni siquiera pueden hacerlo". En la mayor parte de los mercados de activos, es muy difícil llegar a alguna distinción significativa entre especuladores y otros inversores, dice Schwarz. "Todo inversor se preocupa en maximizar sus retornos minimizando los riesgos. Algunos tal vez trabajen con horizontes más cortos que otros, pero, en general, todos los inversores tienen los mismos objetivos básicos".
Esperanza de lucro
En cierta forma, casi todos los inversores podrían ser calificados como especuladores, ya que la mayor parte de las personas espera obtener beneficios con sus inversiones y nadie realmente sabe cómo quedarán los precios en el futuro, dice Christopher C. Geczy, profesor adjunto de Finanzas de Wharton. "Cada vez que alguien hace una inversión en el mercado bursátil, está especulando. Cuando alguien compra un coche, si tiene en mente el valor de reventa, está especulando. Quien compra un inmueble está especulando".
La definición de especulador es más clara en el segmento de mercados futuros, donde el inversor cierra un precio futuro para materias primas como granos, alimentos, metales y combustible. El inversor siempre usa los contratos futuros para protegerse de fluctuaciones de precios que pueden perjudicar sus negocios, una práctica que se denomina hedging. Por ejemplo, una compañía aérea puede recurrir al hedging para protegerse de aumentos futuros de los precios de los combustibles. Un agricultor puede recurrir a ese instrumento para protegerse de la caída del precio del trigo. El lado negativo del hedging es la figura del especulador, que apuesta por la caída de los precios del combustible o el aumento de los precios del trigo. 
"El hecho es que los especuladores proporcionan un servicio", observa Krishna Ramaswamy, profesor de Finanzas de Wharton y estudioso de opciones y mercados futuros. Al apostar por los mercados futuros, el especulador incurre en riesgos en que otros no incurren. Una empresa como Hershey's, por ejemplo, necesita protegerse de los aumentos de los precios del cacao. Si no hubiera especuladores en los mercados futuros, Hershey's no necesitaría protegerse de ese riesgo. "Llamamos a eso 'provisión de liquidez', o, en otras palabras, alguien se ocupa del otro lado de ese negocio", observa Ramaswamy. "La liquidez es obra del especulador, que espera obtener un retorno [...] Cuando las empresas de hedge deciden vender, es preciso que haya una contraparte del otro lado del mercado que quiera comprar. Esa laguna la llena el especulador".
El inversor que trabaja a corto plazo es un elemento importante para el mercado, resalta Schwarz. "Por ejemplo, el fraude en Enron fue descubierto porque hubo inversores que querían vender a descubierto las acciones de la empresa. De igual modo, la burbuja tecnológica estalló porque había gente queriendo vender a descubierto las acciones de aquellas empresas. La burbuja habría sido peor y sus consecuencias aún más desestabilizadoras si hubiera durado más".
A pesar de la creencia generalizada de que el especulador sería responsable de la volatilidad de los precios, muchas veces es él quien estabiliza los precios o los lleva hacia niveles más próximos a donde deberían estar. La especulación puede ser vista bajo dos prismas, observa Jeremy Siegel, profesor de Finanzas de Wharton: "De un lado, ella puede llevar los precios hasta un punto muy distante del precio básico real del activo o de la acción en un determinado contexto económico. Del otro lado, algunos especuladores saben mejor que las personas involucradas cual debería ser, de hecho, el precio del bien en cuestión [...] A veces, el especulador externo es muy perspicaz".
El año pasado, por ejemplo, los especuladores apostaron que Europa se estaba encaminando hacia un periodo de dificultades financieras terribles. En aquella época, los líderes de los países europeos habían descartado las previsiones más pesimistas, pero con el desenlace de la crisis de la deuda, el mundo se dio cuenta por fin de que los especuladores estaban en lo cierto. Siegel se pregunta si ellos, de igual modo, no podrían haber tenido un papel positivo en los primeros momentos de la crisis financiera si los credit default swaps se pudieran haber negociado de forma más libre. "Los especuladores deben haber percibido lo que iba a suceder", dice.
Los órganos reguladores deberían imponer reglas contra prácticas ilegales de negociación y exigir requisitos de márgenes, de manera que los especuladores apuesten principalmente con su dinero, dice Siegel. Pero prohibir la especulación sería una forma de crear más problemas, en vez de resolverlos. "La historia, en general, llegó a la conclusión de que aunque los especuladores puedan, a veces, empujar hacia muy arriba, o hacia muy bajo, el precio de un activo, en el cómputo general, ellos aumentan el volumen de información disponible en el mercado".
Geczy concuerda y dice que las regulaciones deberían servir para formar mercados justos, y no intentar controlar los especuladores. "Cuando los precios del combustible suben, el consumidor se siente frustrado, y los órganos reguladores lo perciben", dice él. Pero la "cura" de la especulación puede tener efectos peores que la enfermedad. "Hay siempre consecuencias no planeadas por la regulación", dice Geczy. "La especulación es uno de los principales engranajes de cualquier economía [...] Los precios altos tal vez sean sólo la contrapartida racional, apropiada, ética y moral de la oferta y de la demanda".

Wharton Publicado el: 07/06/2011

lunes, 30 de mayo de 2011

España tendrá en diez años el doble de ricos que ahora

España no es país para jóvenes. El paro alcanza ya a cinco millones de personas y casi 1,4 millones de familias carecen de ningún tipo de ingreso porque todos sus miembros activos están sin trabajo.

Sin embargo, y con ese punto de partida, los últimos informes realizados concluyen que el número de grandes fortunas está empezando a dispararse. Es la conclusión a la que llegan, por ejemplo, los últimos estudios realizados por Deloitte, Oxford Economics, Merrill Lynch y Capgemini. La previsión es que el número de millonarios, aquellos que declaran unos ingresos superiores a los 20 millones de euros, se duplique prácticamente hasta 2020. Ese año habrá oficialmente en España, 20.000 ricos. La cuestión que se plantean los expertos es si el número de pobres seguirá creciendo y si la clase media, por lo tanto, se irá recortando.
Menos renta por hogar
De momento, la renta media por hogar cae sin freno -a falta de que se hagan públicos los datos del año pasado, en 2009 se situaba en tan sólo 25.732 euros- y cada vez son menos los que tienen poder adquisitivo suficiente para afrontar los gastos pendientes. Un 7,7% de los hogares tiene ya problemas para pagar incluso la vivienda.
La Administración Tributaria carece de datos actuales sobre los grandes patrimonios. No obstante, y a pesar de que de acuerdo con sus últimas cifras, con el inicio de la crisis en 2008 el número de personas que declaraba ingresar más de 600.000 euros al mes se había reducido ligeramente, el hecho es que el número de ricos está empezando a crecer. Lo dice, por ejemplo, el último informe elaborado a nivel mundial por la consultora Deloitte y el centro de estudios Oxford Economics, que hace un especial hincapié en el caso español. Según su estudio, España es actualmente el noveno país del mundo por número de millonarios, aquellos que declaran ingresar más de 1 millón de dólares al año, algo más de 700.000 euros, excluyendo la primera vivienda y los bienes consumibles. Por delante, aunque también con mucha más población, aparecen Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y China.
Previsiones
¿Y cuál es la previsión para los próximos años? Deloitte concluye que habrá un crecimiento exponencial en las economías emergentes. Sus estimaciones son que en 2020 España sea superada en el ranking de millonarios por Canadá, Corea del Sur o Australia. Pero eso no quiere decir que haya menos ricos aquí. Habrá 600.000 más en los próximos nueve años que alcancen esos 700.000 euros. "El número de millonarios pasará en el caso español de 1,02 millones en 2011 a 1,6 millones en 2020, lo que supone un crecimiento del 57%", asegura la consultora. Y el dato más significativo está en la parte alta de la tabla.

"El número de personas que disponen de un patrimonio de más de 30 millones de dólares (algo más de 21 millones de euros) se incrementará un 84%, hasta un total de 20.000 grandes fortunas, casi el doble. Habrá asimismo 140.000 españoles que tendrán entre 5 y 30 millones de dólares (entre 3,5 y 21 millones de euros aproximadamente)".

Evidentemente, el número se extiende conforme se baja en la tabla. Y aunque ya no se puede hablar de grandes fortunas, habrá 1,44 millones de personas con un patrimonio entre 1 y 5 millones de dólares (entre 700.000 y 3,5 millones de euros).

Situación temporal
"El problema es que mientras no se reduzca el paro y continúen en ascenso tanto los tipos de interés como los precios de las hipotecas la renta de las familias de clase media continuará descendiendo", explica Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de economía del IE Business School.

Martínez considera que el descenso de la clase media es algo temporal y no crónico aunque, matiza, todo dependerá del tiempo que se tarde en generar empleo, la única forma de aumentar la renta de las familias. Otra variable que puede influir y que, en parte, es responsable del descenso de la renta media es el precio de los carburantes y la contención salarial que han sufrido todos los trabajadores que conservan su empleo.

"Y no se espera un desplome de los carburantes ni que, de momento, aumenten los salarios como ocurría antiguamente", dice Martínez. Además, en años anteriores, las familias podían obtener plusvalías con la compraventa de pisos o, los más arriesgados, invirtiendo en bolsa. Pero el crecimiento bursátil está prácticamente plano y el mercado inmobiliario se encuentra tan estancado como la renta de las familias.

Crecimiento mundial
A nivel mundial la riqueza y el número de millonarios también va a aumentar exponencialmente. De hecho, según el estudio de Deloitte, la fortuna de las 25 economías analizadas crecerá desde los 92.000 millones de dólares (64.525 millones de euros) que registran actualmente hasta los 202.000 millones de dólares (141.674 millones de euros) en 2020. Esta cifra supone un crecimiento del 119 por ciento en apenas nueve años.
La mayor campanada la darán los países emergentes: Brasil, China, México, India, Malasia, Polonia, Rusia, Corea del Sur, Taiwán y Turquía, donde la consultora espera un crecimiento de la riqueza para la próxima década del 260 por ciento. Si actualmente estos mercados apenas cuentan con un número significativo de grandes fortunas, en 2020 pasarán a formar un club de 9.986 millonarios que amasarán 25.000 millones de dólares (17.537 millones de euros) .
"Identificar y entender cómo cambian los diferentes mercados puede ayudar a establecer estrategias para aumentar la riqueza", explica Andrew Freeman, director ejecutivo del Centro de Servicios Financieros de Deloitte en Londres y autor del estudio.

Freeman cree que para las instituciones financieras y los administradores de riqueza es especialmente importante conocer qué países tienen un futuro más prometedor, en cuanto a crecimiento económico se refiere, en la próxima década, para decidir sobre sus inversiones o sobre los territorios por los que apostar. Merrill Lynch y Capgemini que realizan también anualmente un informe sobre el número de ricos ya apuntaban en esa misma dirección el pasado año.

Así explicaban que aunque la crisis pasó de puntillas por los ricos, cuyo número está creciendo, sí que cambió radicalmente su forma de pensar y de comprar. "Les afectó psicológicamente y se convirtieron en personas más comprometidas, más formadas y con una mayor aversión hacia el riesgo".

De esta forma, hacia finales de 2009 se recuperó, por ejemplo, el mercado de objetos de colección, como los relacionados con el arte, el vino y los automóviles de lujo. Otro de los sectores que repuntó fue el de yates y aviones, sobre todo en países emergentes, como preludio del crecimiento que van a experimentar. Asimismo, también registró un incremento de la asignación de patrimonio fue el de las actividades filantrópicas.

viernes, 27 de mayo de 2011

Últimas operaciones de nuestra Estrategia de Riesgo

Compra: AXA WF FRM EUROPE REAL ESTATE
Comentario: Hemos salido de un fondo monetario y entrado en un 2% en el fondo Axa WF Frm Europe Real Estate, fondo inmobiliario europeo. El inmobiliario europeo se está comportando bien en momentos de volatilidad es, por otra parte, un activo con correlación baja con respecto a la bolsa y que en situaciones de inflación puede actuar como refugio. En los últimos meses los grandes patrimonios están realizando importantes inversiones en este sector. 


Últimas operaciones de nuestra Estrategia de Riesgo

Compra: AXA WF 10 +LT
Comentario: Hemos salido de un fondo monetario y entrado en un 2,5% en el fondo AXA WF 10 +LT  fondo que invierte en deuda pública de la zona euro, con duración superior a 10 años, de la zona euro. La duración se vería beneficiada en un entorno de menor crecimiento, y actúa como activo refugio ante caídas de las bolsas. La operación se plantea como cobertura de las posiciones en renta variable.

¿Quién puede vencer los garantizados?

La verdad es que la mayoría de los inversores reconocen que no conocen de manera correcta los productos financieros. Por ello, no sorprende que estos inversores  busquen cierta rentabilidad pero, sobre todo, lo que buscan es garantizar su dinero.  Esto se traduce en que al final, y según el último informe de INVERCO, el 38% de las inversiones se realizan en productos garantizados.
Esto nos debería obligar a pensar que no se están haciendo del todo bien las cosas, pues aunque hay un público que siempre va a exigir esos productos garantizados, no está claro que sea la mejor opción para todos los inversores. O por lo menos para la mayor parte de sus carteras.
Por otro lado,  sí el inversor también reconoce que necesita un asesor  financiero que le ayude a entender dichos productos,  no acaba de quedar claro como al final de todo un proceso de asesoramiento, los principales productos triunfadores sean los garantizados. Quizás, como asesores financieros independientes, no estemos logrando ganar la confianza de nuestro cliente y le estemos trasmitiendo la incertidumbre de los mercados. Hace falta un verdadero análisis macro económico que tenga en cuenta todo el universo de activos , una arquitectura abierta que nos permita usar cualquier gestor del mundo  y, una gestión diversificada que nos ayude a controlar el riesgo. Teniendo esto en cuenta, siempre hay oportunidades.
http://www.inverco.es/documentos/notas_prensa/fondos_inversion/1104_Abril%202011.pdf

jueves, 19 de mayo de 2011

Latinoámerica cierra las compuertas al capital

El 3 de mayo, el Ministro de Economía Guido Mantega afirmaba en el Senado que Brasil tiene problemas. Hay exceso de liquidez en la economía, muchas tensiones en el mercado de trabajo y la inflación está creciendo. “La buena noticia es que todos éstos son problemas buenos. Son problemas vinculados al desarrollo, no al estancamiento”, explicaba.

Brasil, al igual que mayoría de países latinoamericanos, está creciendo y el capital extranjero –principalmente los dólares estadounidenses- entra rápidamente en la región. El incremento en los precios del petróleo y otras materias primas es uno de los motivos. Otro son los tipos de interés prácticamente nulos en el resto del mundo, que fomentan la inversión en mercados latinoamericanos, con intereses mayores. Y luego está la actual política monetaria estadounidense, que arroja dólares a manos llenas en economías de mercados emergentes.

Las decisiones políticas de tres países –Brasil, Colombia y Chile-, muestran una serie de estrategias diferentes que, no obstante, comparten objetivos: mantener el dólar estable, proteger la competitividad local y prevenir las burbujas de activos.

Las reacciones globales a estas medidas han sido muy diversas. Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se vio en la obligación de recomendar en abril algunas estructuras de Gobierno y guías en relación con los controles de capital por parte de los países. No logró impresionar a grandes mercados emergentes como Brasil; por ejemplo, Mantega declaraba que Brasil estaba en contra de semejante intrusión y consejos sobre cómo gestionar las entradas de capital.

“Efecto desestabilización”
Una cuestión muy importante en Brasil, Chile y Colombia es la inversión directa en el exterior (IDE). En estos tres países las mayores entradas de capital han tomado la forma de IDE en lugar de inversión meramente especulativa. Aunque implique un voto de confianza a la sostenibilidad de su crecimiento económico, la IDE también está promoviendo la apreciación de sus divisas contra el dólar. Cuantos más dólares entren en sus países, más fuertes se vuelven sus divisas.

En Brasil, donde durante los últimos dos años el real brasileño se ha apreciado en relación con el dólar en detrimento de los exportadores, la IDE ha crecido más rápidamente que cualquier otro tipo de inversión. En un informe publicado a principios de mayo, el banco central brasileño predecía que este año entrarían 55.000 millones de dólares en forma de IDE, cifra que en 2010 se situaba en 24.400 millones de dólares. En el primer cuatrimestre de este año, la IDE ya superaba los 37.000 millones de dólares.

Esto preocupa a los responsables de las políticas económicas no sólo por la apreciación del real. Alexandre Tombini, director del banco central de Brasil, subrayaba el “efecto desestabilización” que puede tener la entrada rápida de IDE en el sistema bancario de un país. Las empresas han ido acumulando la relativamente barata financiación estadounidense y europea, y devolver la deuda podría complicarse –también para los bancos locales- si el dólar sube frente a las divisas locales.

Chile ha gestionado los 8.740 millones de dólares que han entrado en 2010 en el país en forma de IDE sin aumentar los impuestos sobre el capital extranjero y experimentando una ligera depreciación del 0,47% del peso frente al dólar en relación con el año previo (6 de mayo).

No obstante, se trata de una anomalía. El peso chileno se ha estado apreciando a un ritmo constante frente al dólar desde el 15 de marzo. El 28 de abril el tipo de cambio era 460 pesos por dólar, causando nerviosismo en todos los niveles del Gobierno. A principios de mayo, Felipe Larrain, Ministro de Economía de Chile, declaraba que el Gobierno no se quedará de brazos cruzados ante la fortaleza del peso.

El comité de política monetaria del banco central llegaba a la conclusión de que su denominada política neutral de tipos de interés –desde 5,1 a 6,5% bajo condiciones económicas globales normales-, reflejaba una condición de “equilibrio interno”, pero podría suponer “desequilibrio externo” debido a los bajos tipos de interés en el extranjero, que aumentan el atractivo del rentable peso chileno.

No obstante, en lugar de incrementar los impuestos sobre el capital extranjero que entra en el país, tal y como ha hecho Brasil, parece ser que Chile prefiere congelar las subidas de los tipos de interés y dejar que su divisa se aprecie al capricho de los mercados. En sí mismos los tipos de interés chilenos no son muy elevados –alrededor del 4,25%-, pero son altos en comparación con el 1,25% en Europa o los tipos prácticamente nulos de Estados Unidos y Japón. Esto es muy atractivo para inversores de países con bajos tipos que buscan países con mayores intereses. Entre enero y mayo de este año los bonos del tesoro han conseguido atraer a Chile unos 78 millones de dólares de inversores extranjeros.

El Gobierno chileno intentó resolver la situación anunciando el 3 de enero la compra de 12 millones de dólares para debilitar el peso y ayudar a las exportaciones chilenas a competir en los mercados internacionales. El peso chileno se depreció cerca del 7% frente al dólar durante los primeros días posteriores al anuncio pero después reinició su escalada. “En aquél momento creí que ese tipo de cambio peso-dólar podría sostenerse, pero no fue así”, dice Vlad Signorelli, estratega senior en Bretton Woods Research, una firma independiente de investigación financiera en Estados Unidos.

Ahora el peso chileno se intercambia al mismo tipo que a finales de diciembre, esto es, a 468 pesos por dólar. “Las autoridades podrían considerar que un 5% es un tipo de interés neutral; aparentemente la recuperación económica parece ser lo suficientemente sólida para sostener esos tipos”, dice Signorelli. Por ejemplo, la producción industrial registró un incremento interanual del 30%, la mayor tasa de crecimiento de los últimos 20 años. “Si unimos esto al hecho de que Chile no tiene (impuestos sobre los) incrementos de capital en ventas de valores se puede ver por qué Chile es un lugar muy atractivo para las inversiones de cartera y la inversión directa extranjera”, señala.

Pero siempre puede haber sorpresas. Por ejemplo, el 12 de mayo Chile aumentaba sus tipos de interés 50 puntos porcentuales para contrarrestar la inflación. El precio de los bonos caerá. Habrá nuevos problemas con las divisas locales y mayores rendimientos, atrayendo a su vez más dinero extranjero hacia Chile.

Un café fuerte
Luego está Colombia. A pesar de tener unos tipos de interés inferiores a los chilenos (3,75%), a finales de abril las entradas de capital en Colombia superaban los 96,4 millones de dólares. Este año su divisa se ha apreciado (frente al dólar) con mayor rapidez que muchas otras divisas latinoamericanas, incluyendo el real brasileño. “Está en la misma situación que Brasil” debido al elevado precio de las materias primas y la demanda de café y petróleo, dice Guillén.

Como parte de las nuevas medidas para depreciar el peso colombiano, el 29 de abril Juan Carlos Echeverry, Ministro de Economía, decía a los periodistas que el Gobierno crearía un fondo extranjero de 1.200 millones de dólares gracias al dinero obtenido comprando en el mercado spot local y el fondo no sería repatriado durante el resto del año. El Gobierno también está comprando un mínimo de 20 millones de dólares al día, al menos hasta el 17 de junio. Se trata de una estrategia para reducir la liquidez y evitar que la economía nacional se inunde de créditos gratuitos, mayores niveles de producción y más gasto en consumo. Echeverry informaba a los periodistas que “no estaba contento” con la fortaleza del peso; en otras ocasiones ha declarado que Colombia sigue buscando otros modos de poner freno a la apreciación.

A pesar de toda la especulación alrededor del control de capital, el mercado espera que las autoridades intenten evitar ese tipo de medidas. Echeverry no parece ser un defensor de los controles de capital y, a pesar de la fortaleza de su divisa, los ingresos por exportaciones siguen creciendo debido a los elevados precios de las materias primas.

Siempre puede haber sorpresas. Lo que Chile ha hecho con su divisa y con los tipos de interés para controlar la inflación puede suceder en Colombia. Estas son herramientas que los tres países latinoamericanos han empleado para controlar sus divisas y su inflación con las expectativas de sus bancos centrales a medida que aumenta la demanda doméstica de bienes y servicios. Los flujos de capital en forma de IDE contribuyen a alimentar esa demanda.

Al menos por el momento, Brasil está permitiendo que su divisa se aprecie para luchar contra la inflación en el país y evitar subir los tipos de interés o los impuestos sobre las entradas de capital. Desde que Brasil empezó el pasado otoño a subir su impuesto sobre las operaciones financieras, créditos en dólares a nombre de bancos locales a través de cuentas en el extranjero, el peso se hizo más fuerte, llegando a 1,564 reales por dólar, su máximo nivel desde junio de 2008, cuando el tipo de cambio se situaba en 1,55 reales por dólar.

Brasil “prácticamente está siendo castigado por ser tan atractivo para los gestores de fondos y los inversores corporativos”, dice Mauro Guillen,profesor de Gestión de Wharton. “Su divisa se sobrevalora y al banco central le entra miedo y sube los tipos de interés. Pero eso a su vez atrae más inversión (en renta fija) y perjudica a las pequeñas y medianas empresas, las cuales no tienen capacidad para acceder a créditos en el extranjero del mismo modo que hacen las grandes empresas brasileñas”, señala Guillén.

En cuanto a los grandes inversores corporativos, las empresas petrolíferas y de servicios petrolíferos internacionales están invirtiendo grandes cantidades en los nuevos yacimientos descubiertos frente a la costa de Río de Janeiro. Otras empresas tienen toda su atención puesta en la creciente clase media brasileña, como por ejemplo Foxconn, un fabricante de tarjetas de video y discos duros con sede en Taiwan que supuestamente anunciará una inversión de 12.000 millones de dólares en Jundiaí, Estado de São Paulo, para construir unas instalaciones para fabricar componentes de Apple que se emplean en iPads y iPhones.

A principios de octubre, el Gobierno brasileño desvelaba sus planes para subir los impuestos sobre las operaciones financieras (del 2 al 4%). Según el Gobierno brasileño y la firma de investigación estadounidense EPFR, en aquel momento los inversores extranjeros habían adquirido más de 5.200 millones de dólares en bonos del tesoro, duplicando su récord de 2.050 millones de 2009. Las entradas de capital estaban causando la apreciación del real brasileño, y la subida del impuesto fue un modo –pensó el Gobierno- de ralentizar su apreciación.

Menos de 72 horas más tarde, el real no se había movido y los inversores de Japón y Londres dijeron que un impuesto del 4% no era prohibitivo. Después de todo, el rendimiento del 11% en bonos de una economía fuerte y en una divisa estable era mejor que un rendimiento del 1% en una divisa débil de una economía de escaso o nulo crecimiento. Así, el Gobierno aumentó aún más dicho impuesto hasta llegar al 6%, lo cual contribuyó durante algún tiempo a la depreciación del real.

El tipo de cambio pasó de 1,69 reales por dólar el 10 de enero a 1,644 reales justo antes del carnaval, que dio comienzo el 4 de marzo. El Ministro de Economía Mantega advertía entonces al mercado, admitiendo que el nivel psicológicamente tolerable del real de 1,65 reales por dólar había sido superado, que el Gobierno estaba preparado para entrar en acción. Pero cuando finalizaron las fiestas, el real ignoró toda amenaza de intervención de Mantega y volvía a bajar.

A finales de marzo Mantega anunciaba un impuesto sobre operaciones financieras del 2% para las entidades financieras locales que pidiesen créditos en dólares a través de cuentas bancarias en el exterior. El objetivo era ayudar a la gestión de la deuda en dólares de los bancos brasileños. Por otro lado, las empresas han aprovechado los bajos tipos de interés estadounidenses incrementando un 60% sus préstamos en dólares. En consecuencia, Mantega explicaba que la llegada de dólares a través de operaciones crediticias había crecido un 140% y no estaba ayudando a controlar la apreciación de la divisa y la inflación, que ha sido más elevada que el objetivo del 4,5% fijado por el banco central.

Poco después el real se apreciaba de nuevo. Mantega subía el impuesto sobre las operaciones financieras hasta el 5,38%, ampliándolo a los plazos de mayor duración. Pero la debilidad del dólar continuó, así como el aumento en el precio de las materias primas o la apreciación del real.

Dónde presionar
Por el momento parece que los burócratas brasileños han cesado en su intento de controlar su divisa y optan por mover los tipos de interés –y otras medidas- para luchar contra la inflación. Según estimaciones del Gobierno, si no hubiesen aprobado los impuestos sobre las transacciones con divisas extranjeras, el tipo de cambio se situaría en 1,40 reales por dólar.

Sus planes puede que sean impopulares en un momento en el que algunos reclaman tipos de interés incluso más altos para acabar en 2012 con la inflación anual del 12%, pero el Gobierno parece estar dispuesto a asumir que, cuando el 30 de junio finalice el actual programa monetario en Estados Unidos, el exceso de liquidez se acabará y eso podría poner freno en el corto plazo a los incrementos en el precio de las materias primas.

Tombini, del banco central, declaraba ante los periodistas el 5 de mayo que el valor del real está creciendo a costa de variables económicas básicas y la llegada de capitales. “Nuestros tipos de interés a largo plazo siguen una tendencia a la baja” decía. “Estamos intentando por todos los medios controlar la expansión crediticia y creemos que recientemente el crédito ha crecido de manera razonable”.

Pero las prudentes medidas macroeconómicas puestas en marcha para gestionar la expansión crediticia y controlar la inflación están empezando a tomar forma. El Gobierno ha recortado el gasto público en 50.000 millones de reales. Esto tendrá efectos en el medio plazo sobre la demanda de bienes y servicios por parte del gobierno y acabará con los incrementos del salario mínimo por encima de la inflación.

El Gobierno ha aumentado los tipos de los depósitos bancarios, de tal forma que los bancos tienen menos dinero para dejar prestado. Para 2011, el Ministro de Economía espera que el crédito suponga un 4,5% del PIB brasileño, porcentaje que en 2010 se situaba en el 7,5%. Según la presentación Power Point de Mantega ante el Senado a principios de mayo, en el primer trimestre y parte del segundo la demanda de nuevos créditos ha disminuido.

Según el Fondo Monetario Internacional, la combinación brasileña de políticas monetarias y fiscales ha conseguido controlar la inflación mejor que en otros grandes mercados emergentes, como China, India, Rusia o Turquía.

“Los problemas de Brasil son el mejor tipo de problemas que se pueden tener. Brasil tiene su estilo propio”, dice Guillen.

Wharton Publicado 18/5/2011

Reducción del déficit de Estados Unidos

El Gobierno de Estados Unidos gasta más de lo que ingresa, una práctica que es ilegal en la mayoría de los Gobiernos de los Estados y duramente criticada cuando lo hacen familias o empresas. Durante la mayor parte del siglo XX el déficit público estadounidense ha sido más bien la regla que la excepción. Entonces, ¿por qué ahora se ha vuelto un tema tan relevante? ¿Está realmente Estados Unidos al borde del precipicio? ¿Funcionarán los planes de Washington para reducir el déficit? ¿Cuáles serán las consecuencias negativas de dichos planes?

Si tuviese que evaluar la importancia del tema con una escala del uno al diez, el profesor de Finanzas de Wharton Franklin Allen diría sin lugar a dudas “diez. Al final, si no nos libramos del déficit vamos a sufrir una especie de gran crisis económica a causa de la deuda… No podemos permitirnos sufrir una parálisis de las funciones básicas de cualquier Gobierno.

La mayoría de los expertos creen que Estados Unidos no está al borde de una catástrofe; que podría ir tirando durante años. Pero esos mismos expertos también están de acuerdo en que un fallo a la hora de resolver el problema en el largo plazo podría acabar con las inversiones y el crecimiento económico, disparando el desempleo, debilitando la competitividad estadounidense y, en general, minando la calidad de vida de los estadounidenses.

Lograr el control del déficit “es absolutamente vital para nuestra salud económica en el largo plazo”, sostiene Mark Zandi, economista jefe y cofundador de lo que ahora es Economy.com de Moody. Si se fracasa en dicho control –señala- experimentaríamos un significativo incremento de los tipos de interés, ahogando el crecimiento económico y obligando al Gobierno a dedicar cada vez más y más impuestos a simplemente devolver las deudas del pasado, dejando menos dinero disponible para ofrecer servicios y otros bienes públicos y condenando la economía a “hacerse más pequeña”. Las elecciones, añade Allen, son muy crudas: “Si la gente quiere los programas que tenemos en la actualidad tendrán que pagar más impuestos. Si no quieren pagar, entonces tendrán que ver cómo se reducen sus prestaciones”.

El déficit es la diferencia anual entre gastos e ingresos, y la deuda total es el resultado de los déficits anuales acumulados a lo largo de décadas. Durante el año fiscal actual se espera que el déficit supere los 1,5 billones de dólares; en 2008 el déficit se situaba en 459.000 millones de dólares y, por ejemplo, en 2001 disfrutábamos un superávit de cerca de 128.000 millones de dólares. La deuda ahora mismo alcanza los 14,3 billones de dólares, esto es, el límite fijado por el Congreso; hace una década dicha cifra no superaba los 8 billones de dólares. Uno de los temas más discutidos es si el Congreso debería subir dicho límite para que el Gobierno pueda seguir pidiendo prestado cuando la deuda lo supere dentro de unos meses.

Mayor escrutinio
Tanto el déficit como la deuda han crecido enormemente en los últimos años, principalmente debido a las guerras de Iraq y Afganistán, al estímulo al gasto durante la Gran Recesión, unos bajos ingresos fiscales debido a la debilidad de la economía y un creciente gasto a causa de Medicare, la seguridad social y el programa de recetas de medicamentos puesto en marcha en 2003.

El déficit y la deuda fueron un tema central del Tea Party, el cual ayudó a los Republicanos a controlar la Cámara de Diputados el pasado otoño, obligando a los Republicanos –y por ende a los Demócratas-, a tratar dicho tema.

El problema actual con la deuda al que se enfrentan varios países europeos resulta muy evidente, incluso para cualquier profano. A mediados de abril Standard & Poor’s, la agencia de calificación, revisaba sus evaluación de la deuda del Gobierno de Estados Unidos, que pasaba de “estable” a “negativa” debido a la falta de un plan a largo plazo de reducción del déficit. En esas mismas fechas Bill Gross, gestor del fondo de 237.000 millones de dólares Pimco Total Refund Fund, el mayor fondo de inversión a nivel mundial, sostenía que había eliminado las letras del tesoro estadounidense de su cartera debido a los bajos rendimientos esperados. Y China, el mayor acreedor de Estados Unidos, ha señalado que podría diversificar y adquirir otros tipos de deuda para reducir el riesgo.

Los Gobiernos financian sus déficits pidiendo prestado, lo cual se suele hace vendiendo bonos gubernamentales como bonos del tesoro estadounidense y luego vendiendo nuevos bonos para devolver los viejos, como si se tratase de un consumidor que traslada su deuda de una tarjeta de crédito a otra. “Se empieza a ver casos en que el tipo de interés que hay que pagar sube porque a la gente le empieza a preocupar que el gobierno no vaya a devolver el dinero; así que demandan tipos de interés más elevados”, explica Allen. A la luz de la reciente experiencia en algunos países europeos, el peligro parece surgir cuando los bonos del gobierno empiezan a ofrecer tipos del 6-7%, señala. En la actualidad el rendimiento de un bono del tesoro estadounidense a 10 años es 3,35%.

La cuantificación de la deuda implica cierto debate sobre qué debería ser incluido, añade Allen. El actual límite de la deuda se sitúa en 14,3 billones, que equivale a prácticamente el 100% del PIB de Estados Unidos; el nivel crítico normalmente se sitúa entre el 120 y 150% del PIB. Pero el límite actual no incluye responsabilidades futuras de gastos ineludibles como la seguridad social, Medicare o Medicaid. Si fuesen incluidos, la deuda se situaría alrededor de 75 billones de dólares, esto es, cinco veces del PIB, explica Allen. “Son unos niveles de compromiso que creo que no podemos sostener sin subir los impuestos”.

A pesar de todo, el cielo aún no se ha caído sobre nuestras cabezas. Los tipos de interés siguen increíblemente bajos; en el pasado los bonos a 10 años ofrecían más del 5%. Diversos factores están apuntalando la demanda de bonos y letras del tesoro, ayudando a mantener bajos los tipos de interés. Por ejemplo, China no puede simplemente reducir drásticamente su cartera de bonos del tesoro porque el incremento de la oferta bajaría el precio de los bonos, reduciendo el valor del resto de valores de la cartera china. Además, sería muy complicado para China encontrar otras inversiones que ocupasen el lugar de la enorme oferta de bonos estadounidenses.

Kent Smetters, profesor de Seguros y Gestión de Riesgos de Wharton y coautor de un artículo sobre el tema publicado hace unos años, sostiene que los inversores aparentemente creen que Washington gestionará la crisis de algún modo, ya que las consecuencias de no hacerlo serían nefastas. Los valores del Tesoro estadounidense aún parece seguro en comparación con otras alternativas como valores, bonos corporativos o bonos de Gobiernos de otros países, añade. “Mucha gente diría Ok, me cuentas todas estas cosas horripilantes sobre la deuda estadounidense, pero … ¿En qué otra parte del mundo puedo invertir mí dinero?

Fuera de Estados Unidos los Gobiernos con problemas con la deuda a menudo han adoptado políticas para estimular la inflación, lo cual les permite pagar las deudas pasadas con dinero más barato. Este enfoque es muy duro para los inversores en fondos, ya que la inflación reduce el valor de sus ingresos fijos. El rendimiento de los bonos suele aumentar cuando a los inversores les preocupa que la inflación suba; así, en opinión de Smetters, el bajo rendimiento actual refleja que a los inversores no les preocupa que el Gobierno pudiera elegir la opción de inflación. Los mercados financieros deben por tanto creer que el Gobierno pondrá en marcha alguna combinación de recorte de gastos e incremento de los ingresos fiscales, ambas medidas que afectan menos a los inversores que la inflación. No obstante Smetters añade que en el pasado muchos Gobiernos de hecho han empleado la inflación para reducir sus problemas con la deuda, así que tal vez los mercados financieros están permitiéndose ciertos pensamientos esperanzadores.

Las posibilidades de impago
Los Gobiernos no pueden simplemente declararse en bancarrota para liquidar sus deudas del modo que hacen individuos o empresas, señala el profesor de Finanzas de Wharton Itay Goldstein. Pero los Gobiernos también cuentan con una serie de opciones a la hora de gestionar la deuda que van más allá de reducir el gasto, subir los impuestos o disparar la inflación, añade. Por ejemplo, los Gobiernos podrían cambiar las regulaciones para obligar a los fondos de pensiones a tener más inversiones de bajo riesgo, lo cual les obligaría a adquirir bonos del tesoro y por ende a dejar prestado el dinero al Gobierno. Aumentar la inflación de manera artificial contribuiría a mantener a raya los tipos de interés pero podría afectar al rendimiento de los fondos de pensiones. A excepción del crecimiento económico, que incrementa los ingresos por impuestos, “el resto tiene consecuencias no deseadas”, dice Goldstein.

En el caso más extremo el Gobierno se declararía en suspensión de pagos o simplemente dejaría de pagar lo que debe a los inversores en bonos. Pero al hacerlo cerraría las puestas a la petición de cualquier préstamo, algo fundamental para las operaciones en marcha. Los tipos de interés para cualquier tipo de préstamos subirían drásticamente, haciendo complicado para los individuos adquirir viviendas o coches y para las empresas expandirse y crecer.

Según Zandi, la posibilidad de que un Gobierno se declare en suspensión de pagos es “cero… Creo que las implicaciones son tan serias que los responsables de las políticas económicas no se atreven a tomar semejante camino”.

Como el Gobierno gasta constantemente más de lo que ingresa debe de manera rutinaria incrementar el límite de la deuda, para lo cual se precisa la intervención del Congreso. En los próximos meses el límite tendrá que elevarse de nuevo para que el Gobierno pueda seguir pidiendo prestado; la administración Obama quiere aumentarlo pero muchos republicanos se resisten. “Existe un probabilidad muy pequeña de que no lo hagan en el momento oportuno” dice Zandi. “Pero incluso en ese caso me resulta difícil creer que el Tesoro no vaya a devolver la deuda”. En lugar de no pagar, probablemente el Gobierno pospondría los pagos de otras deudas, como pagos a trabajadores o proveedores. En una situación extrema incluso podría congelar los pagos de la Seguridad Social y Medicare.

En la práctica, señala Zandi, Washington dispone de mucho tiempo para solucionar los problemas con el déficit y la deuda. “Creo que al final encontrarán el modo de hacerlo. No creo que la probabilidad de que lo hagan antes de las próximas elecciones [de 2012] sea muy elevada. Más bien diría que hay una probabilidad entre seis –incluso siete- de que hagan algo antes de las elecciones. La probabilidad de que hagan algo después de las elecciones es mucho mayor; entre dos tercios y tres cuartos”.

En la actualidad Washington tiene dos grandes propuestas, cada una de ellas dedicadas a reducir el exceso de gasto gubernamental (4 billones de dólares) en los próximos 10-12 años. La Cámara de los Diputados, controlada por los republicanos, ha aprobado una propuesta de Paul Ryan, republicano por Wisconsin, mientras los demócratas están por lo general apoyando la propuesta del presidente Obama, que se dio a conocer a mediados de abril. Aunque ambos planes dejan muchos detalles en el aire, el plan Ryan supondría rebajas fiscales para estimular el crecimiento económico y generar más ingresos por impuestos; en concreto el límite máximo individual pasaría del 35 al 25%. Obama aumentaría los ingresos por impuestos permitiendo que las rebajas fiscales para los más ricos de la era Bush expirasen, aumentando el límite máximo individual al 39,6%. Ningún plan prevé recortes drásticos del gasto en defensa.

Medicare y Medicaid: decisivos
La mayor diferencia radica en la gestión de Medicare, el programa sanitario para la gente de más de 65 años, y Medicaid, el programa sanitario para los pobres. El Comité para un Presupuesto Federal Responsable, un grupo no partidista, ha analizado estos dos planes y llegado a la conclusión de que la propuesta del presidente recortaría el gasto gubernamental en 2,48 billones a lo largo de 10 años mientras que el plan Ryan lo haría en 4,02 billones.

El Comité supone que Obama seguiría ofreciendo los programas Medicare y Medicaid y pagando la mayoría de los gastos de sus beneficiarios; no obstante, su objetivo sería ahorrar 340 billones de dólares en 10 años a través de diversas medidas como la estandarización de algunas tarifas de Medicaid, la reforma del programa de expedición de recetas o la lucha contra el fraude. El objetivo sería limitar el crecimiento de Medicare a las tasas a las que crece el PIB más 0,5 %; esto se conseguiría principalmente concediendo mayores poderes al Consejo Asesor de Pagos Independiente creado por una ley sobre servicios sanitarios de 2010. De 2015 en adelante ese consejo tendrá poderes para dar permiso a Medicare para realizar los pagos a proveedores sin la aprobación del Congreso, necesaria durante años.

El plan de Ryan revocaría la ley sobre servicios sanitarios de 2010 y modificaría sustancialmente los programas Medicaid y Medicare. El consejo sostiene que su objetivo sería ahorrar unos 800.000 millones en 10 años convirtiendo Medicaid en un sistema de subvenciones a los Estados e intentaría ahorrar unos 600.000 millones revocando el impuesto y provisiones de cobertura de la ley sobre la reforma sanitaria. Asimismo limitaría el crecimiento del gasto en Medicare en base a la tasa de inflación, ofreciendo a los individuos un subsidio gubernamental para ayudarles a pagar pólizas de seguros sanitarios en empresas privadas a través de un nuevo sistema de intercambios. Como los costes sanitarios tienden a crecer mucho más que la inflación, el plan Ryan probablemente trasladarían del Gobierno a los individuos una parte cada vez mayor de los costes del seguro sanitario, pero Ryan sostiene que la competencia entre aseguradoras –así como el deseo de los beneficiarios de minimizar las primas- contribuiría al control de los costes. 

Independientemente de cómo ataque el Gobierno el problema del déficit, según Smetters es muy probable que los beneficiarios de Medicare sufran algunos cambios significativos. “El problema con el enfoque actual es que el Gobierno paga prácticamente cualquier cosa”, dice señalando que dicha práctica no es sostenible.

En estos momentos resulta imposible saber qué nivel de servicios sanitarios podría ofrecer un sistema privatizado, o cuánta gente se podría permitir asumir su parte del coste del seguro, añade Smetters. Cabe la posibilidad de que la gente tenga que elegir entre varios niveles de cobertura del mismo modo que los conductores eligen el nivel de responsabilidad, si cubren los casos de colisión y cuánto han de pagar por el seguro del coche.

Los planes Ryan y Obama parten de supuestos sobre el crecimiento económico y los gastos en servicios sanitarios que pueden ser objeto de discusión, pero ambas propuestas reconocen que en las próximas décadas los programas de Medicare y Medicaid serán el factor más determinante del déficit, el cual se prevé que genere unos 10 billones de dólares en deuda. Ambos planes implícitamente reconocen que no existe un gran apoyo entre la clase media a cualquier medida que suponga una subida de impuestos, aunque ambos hablan de reducir las deducciones fiscales sin ser muy específicos.

¿Son la reforma de Medicare y Medicaid una parte esencial de cualquier plan realista de reducción del déficit? ¿Podría realmente el déficit reducirse sin aumentar los impuestos? Para evitar tener que subir los impuestos en el largo plazo las prestaciones de Medicare, Medicaid y de la Seguridad Social deberían ser reducidos drásticamente, exactamente hasta acabar con las reformas del New Deal de Franklin D. Roosvelte y la Gran Sociedad de Lyndon B Johnson, explica Allen. En su opinión, tanto Ryan como Obama son demasiado optimistas sobre los ingresos fiscales futuros. Las tasas de actividad –aquella parte de la población potencialmente activa que de hecho trabaja o está buscando trabajo- son muy bajas en la actualidad como consecuencia de la recesión y podrían seguir así durante mucho tiempo. Allen añade que el valor de las propiedades podría permanecer bajo durante mucho tiempo, otro varapalo para la riqueza del país que podría socavar los ingresos fiscales. Por último, los tipos de interés posiblemente suban significativamente, incluso si se evita una crisis de deuda. Eso desalentaría el crecimiento y obligaría al Gobierno a pagar más intereses a medida que vende nuevos bonos para devolver los viejos. En otras palabras, los supuestos que manejan los planes de Ryan y Obama “son demasiado optimistas en relación con el futuro”, señala Allen.

Cualquier plan de reducción del déficit implica un proceso de largo plazo con pocos beneficios inmediatos, señala Zandi. “Debemos reformar Medicare y Medicaid”, señala. “Y más concretamente, debemos solucionar el drástico crecimiento de los costes sanitarios. Pero no creo que debamos hacerlo ahora … si supone un reto político demasiado grande… Creo que es un problema que podemos tratar dentro de 10 años”. En opinión de Zandi “el plan Ryan es demasiado drástico; supone un enorme cambio del Medicare que conocemos hoy. Se trata básicamente de privatizarlo. Pero el plan de Obama es demasiado sutil. Adopta soluciones temporales”.

Podría tener más sentido tratar el tema de la financiación de la Seguridad Social. Los políticos detestan tener que tratar este tema políticamente tan controvertido, pero en comparación con los servicios sanitarios los problemas de la Seguridad Social pueden solucionarse con una serie de remedios directos y de fácil comprensión: aumentar la edad de jubilación, reducir los aumentos de las prestaciones asociadas a subidas en el coste de la vida, aumentar el tramo superior de renta sujeta a tributación y utilizar evaluaciones de medios económicos para determinar las prestaciones de los individuos.

No obstante, Allen sostiene que no es demasiado pronto para tratar los problemas con Medicare y Medicaid; cualquier retraso hará que los remedios sean incluso más difíciles de digerir. “Es donde el problema estará dentro de 10 o 20 años”, dice.

Sobre el tema acerca de la inevitabilidad de las subidas de impuestos, Zandi señala que la experiencia en otros países muestra mejores resultados a la hora de acercar la brecha entre ingresos y gastos reduciendo el gasto que aumentando los ingresos por recaudación de impuestos. “Sin embargo creo que necesitamos más ingresos fiscales”, añade, “en parte porque los ingresos por impuestos como parte del PIB son aún demasiado bajos, casi cercanos al mínimo histórico”. (en lugar de aumentar los impuestos, en su opinión, el mejor modo de incrementar los ingresos por recaudación de impuestos es reducir las deducciones y los crédito. “Creo que así es como pueden reducir la brecha políticamente”.

A pesar del violento debate político, Zandi señala algunas causas de optimismo. Tanto demócratas como republicanos parecen conceder más importancia al recorte de los gastos que a la subida de impuestos y están de acuerdo en la eliminación de algunas desgravaciones fiscales. Asimismo, ambos están de acuerdo en que Medicare y Medicaid necesitan ser reformados y ambos creen que un plan de reducción del déficit debería incluir cierto mecanismo detonante para obligar al Congreso a actuar si no se cumplen los objetivos. “Tengo que decir que los partidos políticos tienen una posición mucho más próxima de lo que habría esperado”, señala Zandi.

Allen no las tiene todas consigo, y sostiene que al final posiblemente sea el estadounidense medio el que tenga que sufrir una combinación explosiva de subida de impuestos y recortes en las prestaciones. “Es bueno que ya no tengamos una edad de jubilación obligatoria. Habrá que trabajar más años o bien recortar el gasto”.

Wharton Publicado el: 18/05/2011